El deseo de tener un hijo es uno de los anhelos más profundos y emocionales que puede experimentar una persona. Sin embargo, para algunas mujeres, este sueño puede puede ser más complejo de realizar por la presencia de quistes ováricos.
Los quistes pueden afectar la fertilidad de una mujer de diversas maneras, y pueden hacer que el proceso de concepción sea un camino con muchos obstáculos. No obstante, los avances médicos y tecnológicos son una solución para esto.
Esta es la historia de Jorley, con quien exploraremos el impacto que los quistes ováricos pueden tener en la capacidad de una mujer para tener un bebé, así como las emociones que pueden surgir a raíz de esta situación.
"Yo tengo quistes y sabía que no sería fácil embarazarme, pero eso fue terrible, una situación muy dolorosa.
Conocí a mi esposo en Estados Unidos y él ya había tenido 3 hijos, pero desde la primera cita le dije que yo quería tener bebés, dos o tres y no podía estar con alguien que años después me dijera que no deseaba hijos.
Empezamos a intentarlo y quedé embarazada. Fuimos al ultrasonido después de 2 meses y no había nada. Ningún sonido. Fue el peor momento de mi vida.
Después, lo seguimos intentando; hice todos los tratamientos, leí todos los libros, dejé de hacer hot yoga porque leí que afectaba a la hora de concebir, modifiqué completamente mi alimentación, toda mi vida se centró en tener un bebé.
En 2016, me operaron de quistes por segunda vez; habían crecido mucho y los doctores decían que era muy peligroso.
Pasé clínica tras clínica en Estados Unidos, pagando sumas importantes, pero nadie me daba seguridad. Mis padres vivían en México así que fui para allá.
Acudí al instituto e hice el proceso con un Programa Multiciclo de 3 intentos. Fue muy duro, primero las inyecciones para ovular, luego el procedimiento, más inyecciones para retenerlo y todas las emocionesque se atraviesan... pero yo siempre pensaba en mi bebé.
Mi esposo estaba en Estados Unidos y viajaba algunas veces, pero mi familia estaba ahí y eso fue una bendición. Estábamos emocionados, pero no demasiado, porque no estábamos seguros de lo que pasaría.
El día que me llamaron del instituto, no quería contestar la llamada. Cuando lo hice me dijeron: ‘Jorley, vas a hacer mamá’. El alma se me salía de felicidad, pero debía ir a escuchar su corazón y me sentí aterrada.
Cuando fui, lloré tanto, no quería que me revisaran, estaba vuelta loca por lo que había pasado años atrás, temblaba, no quería ver el ultrasonido y no escuchar ese sonido, no quería pasar por todo ese dolor otra vez... pero lo escuché, escuché el sonido más hermoso de toda mi vida, esos tambores que van tan rápido, no te cabe la felicidad en el pecho.
A pesar de haber tenido quistes ováricos y todos los obstáculos que atravesamos, tuve un embarazo muy bonito, muchísimos antojos, comía todo el tiempo, dormía con un frasco de crema de cacahuate al lado. Mi niña tiene 1 mes y medio, es una niña muy fuerte y hermosa, esperaría toda la vida por tenerla en mis manos.
Se llama Bárbara Rose, por mi abuela materna. Ella falleció en 2017 y éramos muy cercanas, mi mamita, estoy segura de que ella puso sus manos en mi vientre y lo bendijo.
Quiero decirles a todas las mujeres que están buscando un bebé que no dejen de insistir, que hagan todo para conseguir su sueño, que todo absolutamente vale la pena."
Si tú, como Jorley, vives con quistes ováricos, no te rindas. Hay muchas posibilidades para que cumplas tu sueño de ser madre a través de las diferentes alternativas de reproducción asistida.
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"Encontré una orientación efectiva y logramos tener a nuestro bebé en casa."
Ingenes Monterrey