Inés decidió ser mamá después de haber consolidado otros sueños en su vida, pero de inmediato recibió comentarios negativos, basados en ideas erróneas sobre los riesgos de tener un bebé a los 40. Ella te cuenta su historia, sus miedos, los prejuicios que enfrentó y cómo logró tener a sus 2 pequeñas, Ilse y Ana Paula, con un tratamiento de Reproducción Asistida.
"¿En serio quieres tener un bebé a tus 46 años?, ¿de verdad quieres intentarlo?, ¿y qué pasa si no funciona?, ¿no piensas en todos los riesgos de tener un bebé a los 40? En este camino me encontré a muchas personas que me decían cosas como esa, seguro también te han dicho algo así, ¿no? Pero todos esos pensamientos son puros prejuicios, ahora lo sé.
Mi esposo Gabriel y yo nos dedicamos a trabajar por muchísimos años, postergamos el tema de querer tener un bebé y hacer crecer nuestra familia, pero llega un momento en la vida cuando simplemente te surge la necesidad de querer ser mamá y de querer ser papá.
Mi hermana fue la que llamó para sacar nuestra consulta, yo pensé muchas veces en agendar una cita, pero, la verdad, tenía tantísimo miedo de que no funcionara que no podía ni llamar. Ahora estoy eternamente agradecida de que me haya dado ese empujoncito.
Somos personas sanas, no tenemos padecimientos o algún problema médico que lo impidiera, no tomamos, no fumamos, pensé que estábamos perfectamente bien, pero mi edad afectaba porque ya tenía más de 35 años, es ahí cuando empiezan a reducirse tus posibilidades por la calidad y el número de óvulos que te quedan. Piensas en todos los riesgos de tener un bebé a los 40 y es algo duro de afrontar.
Hablamos con nuestro médico, y aunque claro que mi edad era un factor determinante, me aseguró que había tratamientos de Reproducción Asistida que sin duda nos ayudarían a lograrlo. Hablé con mi esposo y nos decidimos por elegir el programa multiciclo con 3 Fertilizaciones In Vitro, pero en serio que no sabes todo lo que implica, no lo sabes a menos de que hayas pasado día y noche pensando en por qué no puedes ser mamá.
Cuando comienzas tu tratamiento piensas que, si no ocurre a la primera, bueno, aún existen otras dos fertilizaciones más pero, cuando pasas tu FIV y resulta con un negativo... es algo tan fuerte, es emocionalmente muy difícil, sientes que el mundo se te apachurra, que todo a tu alrededor se oscurece. Y aún así, hoy que estoy aquí puedo decirte que, LO VOLVERÍA A HACER ABSOLUTAMENTE TODO.
Al primer intento de Fecundación In Vitro fuimos muy confiados, nos sentíamos los reyes, ahora sí todo en un abrir y cerrar de ojos ocurriría, pero no se dio. Y mira, una en verdad que es consciente de que puede fallar, te lo dicen, lo has pasado, ¡ya lo sabes!, pero jamás deja de ser igual de doloroso.
¿Y cómo le haces después de eso? Pues te levantas, ni modo, no hay de otra, así te cueste todo y pases días y noches completas llorando y dándole vueltas. Se trata de no rendirte, pararte y empezar de nuevo, levantarnos juntos, apoyarte del amor que ya tienes por tu bebé, e ir por el siguiente ciclo.
¡En mi segundo FIV resultó nuestro embarazo! Así, sin más, por fin lo habíamos conseguido, ¡Dios! Nos sentimos tan agradecidos con la vida, con nuestros médicos y el mundo entero; y nuestra emoción se incrementó muchísimo más despuesito, ¡cuando supimos que eran dos hermosas nenas! Llegué pidiendo una personita y salimos con dos preciosuras.
Ahora que las oigo balbucear, reír, gritar... ¡ah, cómo gritan mis pequeñas! Las veo, las escucho a diario y es un sonido tan hermoso. Siempre han estado juntas, siempre lo estarán, entre ellas se acompañan, se abrazan, se hablan y hasta juegan juntitas. Estar con ellas significa recibir una noticia buena todos los días.
Mi embarazo fue muy bueno, pero tuvimos mucho cuidado porque ya estaban aquí y no queríamos que algo fuera a pasar, después de todo lo que atraviesas te da un terror que pueda ocurrir cualquier cosa, que algo malo pase, debíamos hacer todo para que se mantuvieran perfectas.
El día que nacieron fue algo complicado por todo lo de la pandemia, las tuvimos justo a la mitad de todo, pero en el hospital nos ayudaron mucho para que pudiéramos estar mi esposo y yo y a las 8:15 de la mañana nacieron; primero una y unos minutos después la otra, ¡fue increíble!
Escuché que mis nenas lloraron y, en ese preciso instante, fue cuando supe que todo había valido la pena, ¡todo! Gabriel me dice que, cuando por fin nacieron, pensó: 'Acabo de ver algo que jamás había imaginado, tengo 2 hijas, ¡mi vida cambió por completo!' Estaba tan feliz como yo, todo era perfecto.
¡Me dan ganas de comerme al mundo! Así me hacen sentir como mamá, ¡puedo hacer lo que sea! Ilse salió muy parlanchina y a Ana Paula le fascina gritar, ambas están sanitas, sanitas, desde el día uno, y nada más importa.
Sé que quizás creas que es muy fácil decirlo, pero no, yo sé lo que significa y quiero gritártelo: ¡Debes creer en ti! No dejes de hacerlo, por favor, si no puedes embarazarte, si no has podido ser mamá, si estás pensando en los riesgos de tener un bebé a los 40, deja todo eso de lado, ¡eres fuerte!, ¡lo lograrás! Debes intentarlo todo, confiar en ti y en tus especialistas en fertilidad.
Yo sé que tienes frustración, y quiero decirte que será difícil, e incluso puede pasar que un día te cuestiones si ser madre es algo que realmente quieres hacer pero, te prometo que cuando llegue tu embarazo, cuando veas la vida que creaste y la sientas dentro de ti, todo eso se diluye.
Ser mamá no es como te lo cuentan, no se compara con lo que imaginas, cuando lo vives en carne propia, todo lo que haz hecho, todo vale por ellas.
Amamos a nuestras bebés con todo el corazón, fueron niñas planeadas, deseadas y amadas desde el pensamiento, desde antes de llegar a este mundo, y haremos todo lo que esté en nuestras manos para que esto sea el comienzo de dos vidas maravillosas".
Si tú quieres ser madre, pero estas pensando en los riesgos de tener un bebé a los 40, queremos decirte que miles de mujeres decidieron posponer su maternidad para el momento preciso en el que estuvieran listas, y hoy el reloj biológico ya no es un impedimento para lograrlo.
En caso de que tengas más de 35 años y estés intentando ser mamá, pero aún no haya sido posible, es importante que acudas con médicos especialistas en Biología de la Reproducción Humana, que evalúen tu salud reproductiva y te brinden alternativas de Reproducción Asistida con las mayores probabilidades de éxito, como la Fecundación In Vitro.
En Ingenes, contamos con un Programa Inicial para todas las mujeres que quieren vivir su maternidad después de los 35 años y están dispuestas a hacer todo para lograrlo. Un programa que se enfoca en identificar las causas que te están impidiendo lograr ese sueño y trazar un plan de tratamiento personalizado, llevado a cabo por un equipo de expertos embriólogos, andrólogos, médicos ginecólogos con subespecialidad en Biología de la Reproducción y psicoterapeutas, entre otros.
Acércate, cuéntanos tu historia aquí y permítenos ayudarte a llevar tu bebé a casa.
"Encontré una orientación efectiva y logramos tener a nuestro bebé en casa."
Ingenes Monterrey