El método ROPA para quedar embarazada es un tratamiento de Reproducción Asistida, que permite a las parejas de mujeres experimentar una maternidad compartida; es decir, tener un hijo o hija que será de ambas. Este fue el caso de Guadalupe, quien junto con su esposa lograron al pequeño Matías; ella te cuenta su historia aquí.
Dentro de las diferentes alternativas que ofrece la Reproducción Asistida, existe un tratamiento denominado Método ROPA, también conocido como maternidad compartida; que utiliza la técnica de Fertilización In Vitro (FIV) para formar un embrión con el óvulo de una mujer, que se implantará en el vientre de otra.
Aunque este uso de FIV suele ser más conocido y utilizado en procesos como el de la Maternidad subrogada o vientre de alquiler; los avances científicos en este campo nos permiten ampliar su aplicación para consolidar el sueño de millones de parejas de mujeres que han decidido convertirse en madres.
El Método ROPA para quedar embarazada llevado a cabo con familias homoparentales de dos mujeres, consiste en utilizar el óvulo de una para formar un embrión, con apoyo de un donante de esperma. Una vez que el embrión se ha desarrollado de forma exitosa, se procede a su implantación en el vientre de la otra mujer.
De esa forma, una de ellas se convertirá en madre biológica y la otra en madre gestante; sin embargo, ambas estarán brindando su material genético al embrión. De esta forma, las parejas de mujeres que deciden realizar el Método ROPA, pueden vivir su maternidad como pareja y así crecer a su familia.
“Nuestra familia quizás no esté dentro de la norma, pero tiene tanto amor e incluso más que la de cualquier otra persona. Mi pareja y yo teníamos ya 8 años juntas cuando platicamos que queríamos tener un bebé. Nos pusimos las pilas para explorar todas las opciones y nos encontramos con el Método ROPA para quedar embarazada.
Investigamos todo sobre esto por internet, nos metimos a todas las páginas que vimos, y si encontramos distintas alternativas para nosotras, como la inseminación artificial; pero esta fue siempre nuestra primera opción. Para comenzar con todo, primero fuimos con un ginecólogo y lo intentamos con él tres veces, pero nunca se logró.
Él fue muy sincero, se lo agradezco mucho, nos dijo que no sabía exactamente por qué no funcionaba y nos recomendó el Instituto, dijo que aquí era algo seguro.
Los busqué y me registré por internet, me llamaron para la cita y cuando llegamos con nuestro especialista de fertilidad aquí, todo lo que me dijo me hizo sentir que él realmente sabía de lo que hablaba. Él nos inspiró mucha confianza; aunque, también me sentía preocupada porque hacer un tratamiento de Reproducción Asistida implica tantas ilusiones, y la verdad, muchos gastos.
Nos explicaron el tema de los programas multiciclo que son más complejos y con mayores probabilidades de éxito, pero su costo es algo para lo que una no está preparada, sinceramente. Lo que nos hizo continuar fue que aquí nos daban la garantía de que, si no lo lográbamos, nos devolverían nuestro dinero, eso hizo la diferencia y nos súper animamos a intentarlo.
Antes de llegar aquí no me habían dado un diagnóstico como tal, en realidad no creí que lo necesitara, pero antes de cualquier cosa, antes de decirnos de los paquetes y todo, me dijeron que necesitaban evaluar mi útero, mis ovarios, mi salud reproductiva completa, porque eso podría generar ajustes con medicamentos, intervenciones u otros análisis; para personalizar mi tratamiento y darme todas las probabilidades que se pudieran para nosotras.
Después de la evaluación me dijeron que tenía ovario poliquístico, y aunque eso no era un impedimento para tener a mi bebé, contar con más de un ciclo de FIV sería mucho más seguro.
Mi esposa y yo lo platicamos, checamos bien las opciones y nos decidimos por el plan de 3 ciclos de Fecundación In Vitro con garantía, con el que nos devolverían 50% del dinero en caso de no lograrlo. Y mira que fue un gran reto juntar todo, pero estaríamos mucho más tranquilas así.
En el primer ciclo nos inyectamos hormonas y ambas tomamos los medicamentos, nos preparamos las dos, atravesamos cada inyección juntas y eso nos daba fuerza, ya te imaginarás las dos llenas de hormonas juntas, la casa de repente andaba patas pa'rriba con las dos llorando; pero fuera de eso nos fue muy bien en toda la preparación.
Cuando llegó el momento, a mi pareja le hicieron su punción ovárica, y elegimos el donante perfecto del banco que también tienen aquí, ¡todo estaba listo y yo era un manojo de nervios! Después implantaron el embrioncito en mi vientre, no hay palabras para describir ese momento tan mágico, cuando me lo pusieron vi un destello en la pantalla, como una estrellita que brillaba ahí.
Me hicieron la prueba de embarazo y fue positiva, pero no había embrión. Eso fue algo tan fuerte, aún lo recuerdo y me cuesta un poquito; eso es lo más fuerte de todo esto, no las inyecciones, no la espera, hacerlo todo, ilusionarte y que todo se desmorone en un segundo cuando no hay nada en el ultrasonido.
Esperamos un mes después de eso, mis médicos se reunieron para revisar todo lo que habíamos hecho, lo consultaron con otros que también están ahí, y nos explicaron que cambiaríamos un poco el proceso para este nuevo ciclo número dos.
Eso no fue todo lo que cambió, nosotras también cambiamos nuestra mentalidad, porque antes teníamos mucho miedo, yo sentía tanta incertidumbre; pero en esta segunda FIV me propuse ser lo más positiva posible, intentar pensar solo en que sí se iba a dar.
Volvimos a dar positivo, pero ahora quisimos llevar todo con calma, no alterarnos de más y esperar lo más tranquila posible; y justo cuando pasaron tres semanas, ¡escuchamos su corazón! Su corazoncito hermosos estaba ahí, dentro de mí latiendo con todas sus fuerzas, se escuchaba tan rápido, tan fuerte, ese fue el mejor momento de toda mi vida.
Mi esposa y yo estuvimos juntas todo el tiempo, desde el segundo uno que decidimos aventarnos por el Método ROPA para quedar embarazada e incluso cuando Matías nació. ¡Eso fue tan emocionante!
Quiero aprovechar esto para dirigirme a todas las parejas de mujeres que están pensando en transformarse en mamás, quiero decirles que no les importe el qué dirán, ¡atrévanse! La familia no tiene solo una definición, existen todo tipo de familias en México y todo el mundo, y lo que más importa es su deseo y sus ganas de compartir todo el cariño con un ser que será de ambas. ¡Nada ni nadie más importa!
Nuestra familia quizás no está dentro de la norma, pero tenemos tanto amor como las demás e incluso muchísimo más, estoy completamente segura de ello. Somos 2 mamás que lo adoran y mi Mati tiene 2 pares de abuelas y abuelos, somos las más afortunadas del mundo.
Hoy todo lo que hacemos es entorno a él, y Matías siempre va a contar con una o con otra, eso me tiene completamente tranquila porque siempre tendrá a alguien junto a él”.
En caso de que ú y tu pareja estén considerando utilizar el Método ROPA para quedar embarazada es importante que acudan con especialistas en fertilidad para que evalúen la salud reproductiva de ambas, y les brinden un tratamiento de Reproducción Asistida considerando esto.
Para la mujer que decide aportar los óvulos, será particularmente importante evaluar su reserva ovárica. Mientras que, para la mujer que gestará el bebé, es importante que su útero y el resto de su cuerpo esté en óptimas condiciones.
Si deseas compartir la maternidad con tu pareja mujer, te invitamos a entrar aquí y contarnos más sobre tu historia, y así trazar el mejor camino para tener a su bebé.
"Encontré una orientación efectiva y logramos tener a nuestro bebé en casa."
Ingenes Monterrey