Cisne decidió ser madre soltera y tener un embarazo con FIV, pero fue hasta después de los 35 años que logró a sus 2 bebés. Ella te cuenta aquí las razones por las que decidió posponer su maternidad y el proceso de Reproducción Asistida que atravesó para lograrlo, aún viviendo con ovario poliquístico.
“Yo quería un bebé y en mi 4a. Fertilización In Vitro la vida me mandó 2 diamantes. En el momento que por fin pude tenerlos en mis brazos, les di las gracias por haber luchado tanto para poder llegar conmigo.
Atravesar un tratamiento de Reproducción Asistida y un embarazo con FIV no es fácil, debes tener entereza. A las mujeres nos educan para ser mamás, y muchas queremos cumplir ese deseo, pero no nos dicen las dificultades que podemos llegar a tener.
Yo estudié, trabajé, salí y disfruté muchísimo mi juventud, fui muy afortunada y siempre hice todo lo que quise, quería realizarme en lo profesional, tener una feliz y plena antes que casarme o tener hijos, pero llegó un momento en que nació en mí esa necesidad, porque no era un deseo, era una necesidad casi instintiva de ser mamá que no te puedo explicar, un anhelo de transformarme en mamá.
A los 33 años pensé que ya había logrado lo suficiente en mi vida y que ya había llegado el momento de tener a mis bebés. Acudí a una clínica de fertilidad en donde me dijeron que tenía ovario poliquístico y que jamás podría tener un bebé… ¿En qué momento pasó esto? No podía creer lo que escuchaba, cuando me dijeron eso sentí que me rompí en mil pedazos.
Una va con los médicos esperanzada, va con la convicción de que seguramente será algo sencillo de solucionar, jamás piensas que te pueden decir algo así, nunca pasa por tu mente que jamás te convertirás en madre, eso fue lo que me dijo el primer doctor y yo le creí.
Fue hasta un año después de esa consulta que comencé a buscar otras alternativas y fue cuando mis papás me acompañaron al Instituto. Ya estando aquí me dijeron que, a pesar de tener ovario poliquístico podía embarazarme. No sé si el otro ginecólogo que vi antes no tendría el conocimiento suficiente, aún ahora me pregunto por qué me habrá dicho eso.
Quizás si no hubiera sido así de drástico no hubiera dejado pasar todos esos meses, pero muchas veces una va con fe ciega con estos profesionales.
No fue nada fácil, debo decirte, cuando buscaba un embarazo con FIV, en mi primer Fecundación In Vitro subí casi 25 kilos. Las hormonas, los medicamentos y todo me cayó mucho de peso, estaba muy susceptible, pero mi ilusión de ser mamá era mucho más grande que eso. Desafortunadamente ese ciclo uno fue negativo.
Esa mujer de piedra que yo era se vino abajo, no hay forma de prepararte para eso. ¿Cómo le hice para levantarme después? El apoyo de mi papá y de mi mamá me ayudó muchísimo, ellos me dieron la fuerza.
Pasamos el segundo, el tercero y hasta llegar a mi 4to. ciclo de Fecundación In Vitro, en ese momento yo ya iba con mucha más cautela. Con cada nuevo intento fui mejorando mi alimentación, mi peso, los tiempos para tomar los medicamentos, y fue ahí cuando la vida me los mandó.
Mi embarazo fue de cuidado extremo, dormir y dormir, pero durante todos esos 9 meses yo les hablaba, ¡y ellos me respondían! Me la pasaba contándoles todo, incluso ya les hablaba por su nombre, ellos se movían, uno más que otro, y puedo jurarte que siguen con la misma personalidad. Uno se la pasaba dando vueltas y su hermanito tranquilo del otro lado de mi pancita.
A pesar de eso, te juro que sus pataditas no me dieron ninguna molestia, cuando era hora de dormir se los decía, y ellos se mantenían muy tranquilitos.
El día que nacieron, sus bolsitas se rompieron antes de tiempo, y tuvieron que hacerme una cesárea de emergencia, sentí mucho miedo de que todo lo que había hecho se estropeara en un segundo, pero afortunadamente todo salió perfecto.
Pasé de tener un embarazo con FIV a lograr a mis nenes en mi último ciclo. ¡Tuve a mis bebés, a mis 2 diamantes preciosos! Primero escuché el llanto de Anthar y al minuto salió Ghalen. En el momento que por fin logré tenerlos en mis brazos les di las gracias por haberse quedado conmigo.
Ellos son mis diamantitos, ¿sabes por qué? Porque un diamante se logra con esfuerzo, con calor, después de mucho tiempo, y porque son un tesoro invaluable. Su mamá y su papá soy yo, y así, los 3 somos una familia perfecta, ellos son mi sueño hecho realidad, son inteligentes, platicones y reterisueños. Siempre serán amados, son mi único y verdadero amor. Siempre voy a luchar por ellos y a tratar de devolverles un poco de todo el cariño que cada día hacen crecer dentro de mí”.
Si tienes más de 35 años y quieres tener un embarazo con FIV pero aún no lo has logrado, queremos decirte que, en Ingenes, contamos con un Programa Inicial para todas las mujeres que quieren vivir su maternidad después de los 35 años.
Un programa que se enfoca en identificar las causas que te han impidiendo lograr ese sueño antes y trazar un tratamiento acorde a tus circunstancias e intentos específicos, llevado a cabo por un equipo de expertos en Biología de la Reproducción.
Acércate con nosotros y cuéntanos cómo ha sido tu camino en la búsqueda de tu bebé, ¡te ayudaremos a cumplir tu sueño!
"Encontré una orientación efectiva y logramos tener a nuestro bebé en casa."
Ingenes Monterrey