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Fertilidad

Mitos Comunes Sobre la Infertilidad Masculina

Muchas personas creen que la infertilidad depende principalmente del cuerpo de la mujer, pero los factores masculinos contribuyen a aproximadamente el 40-50 % de todos los casos de infertilidad. A pesar de esto, la infertilidad masculina a menudo no se discute, lo que genera desinformación y estigma que podrían impedirte encontrar opciones viables para que tú o tu pareja formen una familia. En esta publicación, desmentiremos mitos comunes sobre la infertilidad masculina y proporcionaremos hechos para fomentar una conversación más abierta e intervenciones tempranas en la salud reproductiva masculina. Mito: La infertilidad siempre es un problema de la mujer Existe la creencia errónea de que el sistema reproductivo femenino es el principal responsable de los problemas de infertilidad. Esta idea ejerce una presión injusta sobre las mujeres, quienes suelen someterse a pruebas y tratamientos exhaustivos antes de que sus parejas masculinas sean evaluadas. El estigma en torno a la infertilidad masculina, sumado a las expectativas sociales, desanima a muchos hombres de buscar evaluaciones de fertilidad tempranas, lo que resulta en oportunidades perdidas para una intervención oportuna. Realidad: La infertilidad masculina es igual de común En realidad, la infertilidad masculina representa alrededor del 40-50 % de todos los casos de infertilidad en parejas que intentan concebir. Los factores masculinos pueden incluir bajo conteo espermático, baja motilidad de los espermatozoides, morfología anormal o bloqueos que impiden la liberación del esperma. Estos problemas pueden originarse por factores genéticos, afecciones médicas, infecciones, lesiones o decisiones de estilo de vida, los cuales pueden afectar la función reproductiva. Ejemplos de problemas de fertilidad masculina: La infertilidad es un reto compartido, no un problema que las mujeres enfrenten solas. Se alienta a los hombres a someterse a evaluaciones de fertilidad junto con su pareja desde el principio, tan pronto como surjan problemas con la implantación. Estas evaluaciones suelen incluir un análisis de semen, un procedimiento rápido y no invasivo que brinda información esencial sobre la salud del esperma. Abordar la fertilidad masculina de forma temprana puede evitar retrasos y permitir el acceso a tratamientos viables con mayor rapidez. Al normalizar las evaluaciones de fertilidad masculina, las parejas pueden trabajar juntas hacia soluciones y mejorar sus probabilidades de lograr un embarazo. Los avances en la medicina reproductiva ahora ofrecen muchas opciones para tratar la infertilidad masculina, garantizando que los hombres tengan acceso al cuidado y tratamiento necesarios para formar una familia Mito: “Si ya tuve un hijo, no puedo ser infértil ahora” Existe la creencia de que, una vez que un hombre ha tenido un hijo, su fertilidad está garantizada de por vida. Este mito puede hacer que los hombres no consideren evaluaciones de fertilidad, incluso si la concepción con una nueva pareja está tomando más tiempo del esperado. Desafortunadamente, esta idea errónea ignora el hecho de que la fertilidad puede cambiar con el tiempo debido a una amplia variedad de factores. Realidad: La fertilidad masculina no es estática La fertilidad de un hombre no se mantiene constante a lo largo de su vida. La fertilidad y la salud reproductiva pueden disminuir o cambiar debido a la edad, factores de estilo de vida, afecciones médicas o influencias ambientales. La fertilidad masculina depende de varios componentes, como la cantidad, movilidad y forma de los espermatozoides, los cuales pueden deteriorarse con el tiempo. De hecho, los estudios muestran que la calidad del esperma puede comenzar a disminuir después de los 40 años, afectando tanto la capacidad para concebir como la salud del embarazo. Problemas de fertilidad masculina que pueden desarrollarse con el tiempo: Incluso si un hombre ha tenido hijos anteriormente, es importante mantenerse proactivo con su salud reproductiva, especialmente si la concepción con un segundo hijo está tomando más tiempo del esperado. Un análisis de semen puede proporcionar información actualizada sobre la salud del esperma, y las evaluaciones tempranas pueden identificar problemas tratables, como el varicocele o desequilibrios hormonales. Así como las mujeres monitorean su salud reproductiva, los hombres deberían considerar las revisiones de fertilidad como una parte clave de su bienestar general. Buscar ayuda lo antes posible puede evitar retrasos innecesarios y brindar a las parejas una mejor comprensión de su situación de fertilidad. Los avances en la medicina reproductiva y los tratamientos de fertilidad ofrecen una variedad de soluciones, brindando a los hombres muchas oportunidades para tomar control de su fertilidad y planificar su futuro familiar. Mito: La infertilidad masculina no se ve afectada por el estilo de vida Muchos hombres creen, debido al estigma y la falta de información en torno al tema, que la fertilidad es puramente biológica y no está influenciada por los hábitos cotidianos o las elecciones de estilo de vida. Este mito puede generar una falsa sensación de seguridad, llevando a los hombres a ignorar comportamientos que podrían afectar negativamente la salud de su esperma. Como resultado, algunos pueden retrasar cambios importantes e informados en su estilo de vida que podrían mejorar su fertilidad. Realidad: El estilo de vida influye en la fertilidad Al igual que en la salud reproductiva femenina, la fertilidad masculina está fuertemente influenciada por las elecciones de estilo de vida. Estos factores desempeñan un papel crucial en la fertilidad, impactando la calidad, cantidad y motilidad de los espermatozoides. Decisiones como fumar, consumir alcohol, manejar el estrés y llevar una alimentación adecuada afectan directamente la producción de esperma y la salud reproductiva en general, incluso después de la implantación. La producción de esperma es un proceso dinámico que toma alrededor de 72 días para que los espermatozoides nuevos maduren completamente. Esto significa que incluso hábitos a corto plazo —como la exposición al calor o el consumo excesivo de alcohol— pueden tener efectos duraderos en los resultados de fertilidad. Ejemplos de factores de estilo de vida que impactan la fertilidad: La buena noticia es que muchos de estos factores están bajo control personal. Tomar decisiones más saludables, como dejar de fumar, moderar el consumo de alcohol, llevar una dieta equilibrada y manejar el estrés, puede mejorar significativamente los resultados de fertilidad en unos pocos meses. Dado que los espermatozoides

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